Visitas: 716   Que rápido pasa el tiempo, han transcurrido once años desde el mayor atentado de la historia de España. Nuestro recuerdo y cariño para todos los fallecidos y sus familias, fueron ellos, pero podríamos haber sido cualquiera de nosotros. Todos los viajeros que nos dejaron ese día, nos duelen igual, todos merecen el mismo reconocimiento y respeto. No podemos añadir más peso a la mochila del dolor que llevan sus seres queridos, y que a veces incrementan algunas instituciones. Quizás, para perseguir este tipo de terrorismo, por más medidas excepcionales que se incorporen en el Código Penal, la principal vía siga siendo la información para la prevención.